La presentación de Jesucristo en el Templo por sus padres se celebra 40 días después de Navidad, siempre el 2 de febrero cada año. María y José viajan al templo de Jerusalén para ofrecer su hijo a Dios y para que María se purifique 40 días después de dar a luz según la costumbre judía.
Tradicionalmente, este misa se llama la Candelaria. Tenemos las bendiciones de las velas como parte del ritual de la misa este domingo. El tema de la luz en la Misa de hoy continua de la temporada navideña en la que Jesús nace como la luz del mundo el día de Navidad, en la que la luz de la estrella guía a los Reyes Magos hacia Jesús en la celebración de la Epifanía. Entonces, esta fiesta también es una celebración de luz. El Vaticano mantenga su pesebre hasta hoy, siguiendo el tema de la temporada navideña, como Simeón profetiza en el Evangelio este domingo que Cristo será “luz que alumbra a las naciones.”
En un sentido simbólico, esta celebración es el punto de encuentro del Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento. Jesús, el nuevo Templo de Dios, entra en el antiguo Templo de la antigua alianza en Jerusalén. Jesús, que simboliza la ley del amor de Dios, viene a visitar al pueblo de Dios en el Templo, el lugar donde se practicaba la ley de sacrificio de Dios. Cristo es el cumplimiento de la obediencia a la ley de Dios. Y Cristo inicia el último temporada de salvación. El Templo en Jerusalén es donde la divinidad y la humanidad se abrazan, donde convergen el pasado y el futuro.
De todas las personas que estaban en el Templo ese día, dos ancianos del pueblo judío, Simeón y Ana, notan la presencia de la Sagrada Familia, una presencia en el Templo nueva y especial. Su vigilancia y su temporada de espera, de adoración a Dios día y noche con ayuno y oración, llega a un gozoso final.
Para nosotros los católicos, la Candelaria es también un momento para renovar nuestro compromiso con Cristo. Con los desafíos y obstáculos en el mundo moderno, ese es un compromiso que debemos considerar constantemente. Así como la familia de Jesús lo trajo al Templo para presentarlo a Dios, nosotros, los fieles, estamos invitados a presentarnos a Dios, ofreciendo nuestras vidas en servicio y amor. Hoy, recordamos nuestro llamada a vivir como “hijos de la luz”, a caminar siempre en fe y confianza.
Hoy, vamos a escuchar el mensaje de audio del Obispo Kopacz sobre nuestra Campaña de Servicio Católico. La próxima semana, tendremos los sobres para la Campaña de Servicio. Aquí está el Mensaje de nuestro Obispo.
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