La tierra, Señor, se alegra en estos días del
adviento.
Encendemos las dos velas el segundo domingo del
adviento en esta temporada de espera y anticipación.
Oremos:
Oh Señor, aviva nuestros corazones hoy en nuestra preparación
para el nacimiento del Hijo unigénito.
Hoy, cuando escuchamos al profeta Baruc proclamando
que necesitamos quitarnos de nuestra miseria y nuestro luto, cuando escuchamos
a Juan el Bautista clamando en el desierto en preparación del camino del Señor,
nosotros, como discípulos de Cristo, tenemos la llamada de preparar el camino
para Jesucristo en nuestras propias vidas.
Señor, a través de la llegada de su hijo, pedimos
que podemos estar dignos de servirte con corazones alegres y sinceros.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. AMÉN.
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