En 2019, yo oré los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola. Yo viajé a las provincias vascas en España por 30 días Es una experiencia muy linda y muy intensa. Un mes de oración y de silencio. Estoy muy agradecido al Obispo Kopacz por esta oportunidad.
Nacido en el año 1491 en el siglo XV, Ignacio abandonó un estilo de vida que valoraba el honor de los caballeros para convertirse en sacerdote tras resultar gravemente herido en batalla en Pamplona. Con un grupo de amigos de la Universidad de París, que se conocieron durante sus estudios sacerdotales, fundaron la Compañía de Jesús, conocida con el nombre los Jesuitas. Esta congregación de sacerdotes prometa su lealtad al Papa como parte de sus votos. Ignacio empezó como el primer superior general de los jesuitas en 1541. Los ejercicios espirituales de San Ignacio, que Ignacio utilizó para discernir la voluntad de Dios durante su tiempo de conversión y peregrinación, se han convertido en un clásico de la dirección espiritual y la espiritualidad ignaciana. Ignacio falleció en 1556 a la edad de 64 años. Fue canonizado en 1622. Fue nombrado patrono de los retiros espirituales por el papa Pío XI. También es el santo patrono de los jesuitas y de las provincias vascas de España. Ignacio y su tradición espiritual han dejado una profunda contribución en los campos de la educación, el trabajo misionero y la dirección espiritual.
En el Evangelio, escuchamos que el reino de Dios se compara con una gran red de pescados, en la que se separan los buenos de los malos. Pienso en la espiritualidad ignaciana, que atrae a personas de todos las lenguas y naciones. Todos estamos llamados a Dios de maneras diferentes. Seamos agradecidos por la diversidad de dones y la diversidad de contribuciones a nuestra fe católica.
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