Me encanta mi vida como sacerdote. Uno de los momentos más felices de mi sacerdocio es cuando doy a alguien la primera comunión. En la Misa de la Vigilia de Pascua, 8 adultos y 6 niños recibieron la primera comunión. Hoy, dos semanas después de celebrar el Domingo de Pascua, tenemos 49 niños recibiendo la primera comunión. Es un día de gran alegría, ¿no? Todos ustedes, niños, recibirán a Jesús en sus vidas hoy de una manera muy especial a través de la Eucaristía por primera vez. Su ropa es especial hoy y nuestra misa es especial también - son signos que es un día especial para todos ustedes, para su familia y para nuestra parroquia. No puedo explicar en palabras la felicidad que tengo en mi corazón hoy por todos ustedes. Yo sé que tus padres y tus hermanos y los miembros de sus familias se sienten el mismo sentido de gozo y alegría hoy. Oímos este maravilloso Evangelio hoy de dos discípulos de Cristo en el camino a Emaús. Los discípulos están muy tristes. Su líder y su amigo - Jesucristo - murió en la cruz. Los discípulos estaban tristes y confundidos. No sabían qué pasaría después. Así que huyeron de la ciudad de Jerusalén. Sin embargo, se encuentran con este desconocido en el camino. No saben quién es. Empiezan a contarle su historia. Los escucha. El desconocido les explica las Escrituras. Pero todavía no saben quién es él. Los dos discípulos comparten la cena con él. Él toma el pan, reza antes de comer, rompe el pan, y luego se lo da. Se dan cuenta - ¿no es esto lo que hizo Jesús cuando tuvimos la última cena con nosotros? Se dan cuenta - esto es Jesús.
Estos dos discípulos reciben un mensaje de alegría pascual de Jesús en su encuentro con él. Recibimos ese mensaje hoy también, así como celebramos a Jesús resucitado durante esta temporada de Pascua. Mientras celebramos a Jesús resucitado hoy, es maravilloso que celebramos la Primera Comunión con ustedes. Los discípulos se separaron de su pasado a través de su encuentro con Cristo. Esta es una experiencia nueva - su primera comunión - maravillosa para todos ustedes también. Pero esta experiencia no debe terminar hoy. Será una nueva parte de su camino. Tienen la llamada de recibir a Cristo en la Eucaristía todos los domingos cuando vienen a la Misa con su familia. Esa es una parte importante de nuestro camino de fe como discípulos de Cristo.
Cuando esos dos discípulos hablaban juntos durante su viaje, antes de reconocer quién era Jesús, estaban tratando de entender lo que pasaba en sus vidas. Trataban de entender quién era Jesús. Y eso es lo que estamos llamados a hacer en nuestro camino de fe: aprender constantemente y crecer y preguntar. Todos ustedes tuvieron la suerte de contar con maestras tan maravillosas este año: la Sra. Sandra Almanza y la Sra. Nora Fierro. Sus maestras tienen tanto amor por todos ustedes y ambos disfrutaron de enseñarles acerca de Dios y acerca de Jesús durante su preparación para la Primera Comunión este año. Ustedes continuarán a aprender y crecer aquí en nuestra parroquia de St James. Así que, disfruten hoy, niños. Disfruten de esta ocasión especial en sus vidas. Celebramos con ustedes en este día tan especial. Celebramos con nuestro Señor Jesucristo, nuestro amigo resucitado. Muchas gracias, niños.
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