Hoy, celebramos una de de la más popular y la más grande de las fiestas de la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra. Es un día especial en México y en todo el mundo. Ella nos convoca y nos congrega hoy en nuestro camino de adviento. Cuando escuchamos sobre la visita de la Virgen María a Isabel en el Evangelio de hoy, inmediatamente lo asociamos con la visita que nos hizo nuestra Señora de Guadalupe en el mes de diciembre de 1531. Después de recibir el anuncio de Gabriel y de concebir en su seno al Hijo de Dios, María siente la necesidad de ir en ayuda de su prima en esta visita. En su humildad y su cariño, María siempre está preocupado por su prójimo. Como el primer discípulo de Cristo, María siempre quiere traernos mas cercana a su hijo.
Este glorioso 12 de diciembre de 1531, María se apareció en las montañas del Tepeyac, a visitar este pueblo sufriendo. Pero, María no vino sola, tenía en su seno al Hijo de Dios. En la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, ella aparece con una cinta negra alrededor de la cintura, una prenda que usaban las mujeres aztecas cuando estaban embarazadas. En la visita de Nuestra Señora de Guadalupe al mundo, María nos trae consuelo, alegría, y esperanza. Pero, en la Virgen de Guadalupe, también, María nos trae al Hijo de Dios como la Madre de Dios verdadero. María, quiere atendernos, escucharnos, aliviar nuestros sufrimientos, solucionar nuestros problemas, alcanzarnos la salvación por medio de su Hijo. Por eso, María está con nosotros como nuestra Madre.
En nuestra celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, tenemos nuestra Madre como un modelo para seguir and imitar sus mismos sentimientos y actitudes y humildad y fe. María tenía fe en la Palabra de Dios cuando dijo: “he aquí la esclava del Señor hágase en mí según tu palabra”. María es dichosa y bendita en la manera que ella confió en la palabra de Dios que se le anunció. Como siempre, María se pone a nuestro servicio. Ella está dispuesta a interceder por nosotros y ayudarnos en nuestras necesidades. Ella está aquí para ayudar nuestros países en momentos de crisis. Nuestra Señora de Guadalupe - Nuestra madre de esperanza - nos cubra con su manto para que vivamos en este mundo llenos de esperanza.
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