Hoy, el primer domingo de octubre, nosotros los
sacerdotes de los Estados Unidos, tenemos la responsabilidad de hablar sobre la
protección de la vida humana en nuestro mundo moderno. En verdad, todo el mes de octubre, celebramos y
reconocemos el respeto de la vida humana en nuestras misas y en otras
actividades en nuestra parroquia. Cuando miramos la realidad de nuestro mundo, no
hay mucho respeto por la vida humana en muchos sentidos. Entonces, tenemos urgencia para hablar sobre
este tema. En este año, había acciones de terrorismo en el
mundo, con las bombas a la carrera en Boston y en el centro comercial en Kenia
en África. Y, en estos años, tuvimos los ataques con
disparos en una escuela primaria en Connecticut y al cine en Colorado. En mi ciudad natal de Chicago, había 532
homicidios en el año pasado, y muchas ciudades y pueblos en nuestro país tienen
esta experiencia de destrucción y violencia. Nuestra lucha contra las drogas no marcha, y hay
mas de un millón de bebes muertos con el aborto en nuestro país cada año. Podemos sentirnos frustración con estas
cosa. Podemos preguntarnos - ¿Cómo podemos anunciar el
respecto de la vida in la mitad de esta realidad? ¿Cómo podemos decir con sinceridad que
proclamamos el reino de Dios cuando nuestros esfuerzos de terminar esta cultura
de la muerta no tienen muchos resultados?
This is a blog of homilies, reflections, and photos from a Roman Catholic priest serving in the Diocese of Jackson in the state of Mississippi. Currently, I am the pastor of Holy Savior in Clinton and Immaculate Conception in Raymond. I also serve as Vicar General of the Diocese.
Friday, October 4, 2013
10/6/2013 – Vigésimo séptimo domingo del tiempo ordinario – Habacuc 1,2-3, 2,2-4, Lucas 17,5-10
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