Monday, May 4, 2015

4/26/2015 – cuarto domingo de pascua – Juan 10, 11-18

      La Iglesia nos da algunos imágenes y símbolos que nos hablan en nuestro camino de fe.  En el Antiguo Testamento, había pastores llamados para servir al pueblo de Israel. Moisés trabajaba como pastor, cuidando las ovejas de Jetro, su suegro, cuando el Ángel de Dios le visitó y le llamó para llevar al pueblo de la esclavitud en Egipto.  Muchas generaciones después de Moisés, Dios envió al profeta Samuel a la casa de Isaí donde encontraría un joven a quien Dios había escogido para ser rey.  Después de conocer a todos los hijos mayores de Isaí, se reveló a Samuel que el rey elegido fue un joven llamado David que estaba sirviendo como pastor en el campo, cuidando de las ovejas de su padre.
       El Evangelio de Juan dice que Jesús es el buen pastor que da su vida por sus ovejas.  El buen pastor reúne y protege a sus ovejas.  La imagen del Buen Pastor que tenemos hoy vive en la realidad que enfrentamos como cristianos modernos.  A veces en nuestro mundo, esta realidad es muy fuerte.  Yo conseguí esta estola en el país de Chile en América del Sur y tiene un historia muy interesante.  En el año 1973, había un golpe militar en Chile por el General Augusto Pinochet.  En los años de su control en Chile, muchas personas fueron detenidos o torturados o asesinados.  La gente tenía miedo de hablar sobre esta realidad.  Un grupo de mujeres se acercó a la Vicariato de la Solidaridad, una oficina en la Iglesia Católica en Chile con la meta de ayudar a la gente en estos años difíciles.  Estas mujeres desarrollaron una nueva forma de arte llamada la arpillera, que tuvo pequeñas piezas de tela y que contaba la historia de lo que estaba pasando en su país. Ellos envían estas arpilleras a otros lugares en el mundo para contar su historia y para alertar a los demás lo que estaba pasando en Chile. Todo el mundo tiene una historia, y de estos paneles de colores brillantes que representan diferentes eventos en la vida de Cristo en esta estola, usted nunca podía imaginar su historia.  Estas mujeres no perdieron la esperanza. En sus sufrimientos, siempre tenían su fe y tenían Cristo como su buen pastor. Y con eso, este grupo de mujeres es un ejemplo de fe para nosotros. 
     Hoy, cuando escuchamos estas historias de Jesús como el Buen Pastor, se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.  Al pensar en las vocaciones hoy en el contexto de Jesús como el Buen Pastor que nos conduce y nos guía, pensamos en la necesidad de tener mas lideres y pastores y en nuestra Iglesia.  Ayer, tuvimos la celebración de la Primera Comunión de mas de treinta niños que recibieron a Jesucristo en una manera especial en su vida por la primera vez.  Hay momentos de nuestra vida donde Cristo está presente con nosotros de una manera especial.  Sin Jesús como nuestro Buen Pastor, sin una relación con él, nunca vamos a escuchar su voz. Nunca vamos a escuchar la llamada de una vocación. Probablemente hay algunos miembros de nuestra parroquia que tienen la llamada de ser sacerdotes o diáconos o miembros consagrados de una comunidad religiosa o líderes laicos y ministros laicos. Cualquiera que sea nuestra vocación en la vida, necesitamos escuchar la voz de Cristo. 
    ¿Cómo es Jesús nuestro Buen Pastor?  ¿Y qué diferencia hace el Buen Pastor en nuestras vida?  Esas son buenas preguntas para que reflexionemos sobre el Domingo del Buen Pastor.


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