Estamos aquí en nuestra parroquia – en la Iglesia de Santiago el Apóstol
- para celebrar la misa de acción de
gracias para nuestra Quinceañera Lucilena. Lucilena - sus padres, sus padrinos, sus amigos,
y su familia están aquí para celebrar contigo.
Tenemos mucho gozo esta tarde. Este día significa que sus padrinos y sus padres
estaban fieles a las promesas que hicieron en su bautismo cuando era niña muy
chiquita. Sus padres son los primeros maestros de su fe en
su formación espiritual y en su formación humana y en los valores de nuestra fe. En esta misa, damos gracias por los dones de Dios
que tienes en su vida - el don de su
vida y en el don de su fe. El motivo de esta misa y esta celebración es para
decir a Dios que tu quieres consagrar tu vida a tu fe, que quieres seguir los
mandamientos de Dios por toda tu vida, que quieres ser una mujer católica y
responsable, que quieres servir a Dios y a su prójimo como discípulo de
Cristo. Como parte de esta misa, Lucilena, vas a hacer un
ofrecimiento a la Virgen María, Nuestra Madre y la Madre de Dios. María conoce tus desafíos y tus deseos. Nuestra madre, conoce la realidad de nuestra
vida. Ella va a ayudarte y guiarte en tu camino de
fe.
Las lecturas de hoy nos dan mucha sabiduría. Dios nos habla en su palabra esta tarde. En la primera lectura, escuchamos una
comunicación entre Dios y Jeremías. Dios dijo a Jeremías: “Antes de formarte en el
seno de tu madre, ya te conocía. Antes
de que tu nacieras, yo te consagré y te destiné como a ser profeta a las
naciones.” Dios tiene un plan para ti como El tenía para
Jeremías. Dios te conoce. En tu fe, en tus oraciones, y tu discernimiento,
conocerás la vocación que Dios tiene para ti. Dios va a ayudarte siempre con tus palabras y tus
acciones para ser testigo al mundo. Como Simón Pedro y Andrés en el Evangelio,
necesitas tener animo para conocer a Jesús y para seguir en tu camino de fe. Jesús vio a estos dos jóvenes – Simón Pedro y
Andrés -
y les preguntó – “¿Qué quieren?” Lucilena – Hoy, también, Jesús te pregunta: ¿Qué
quieres? Necesitas contestar esta pregunta cada día en tu
camino de fe con tus palabras y con tus acciones también.
Hoy, tienes la bendición de Dios en esta
celebración y tienes la bendición de toda de esta comunidad de fe. Oramos que puedas seguir creciendo y madurando en
su fe y en su amor de Dios, que sigas viviendo como mujer de fe, y que sigas
escuchar la llamada de Dios sobre la vocación que Dios tiene para ti. Es importante para celebrar contigo en esta misa de
Quince Años hoy – pero igualmente es importante para ir a la misa cada domingo,
para celebrar en los sacramentos de Cristo nos da, para ir a las clases de la
doctrina. Hoy es una celebración – pero es mas – es un
momento especial que tenemos con Dios. Por todos de nosotros aquí – nunca podemos
olvidar la importancia de nuestra fe – la importancia de la Iglesia y la
importancia de nuestros hermanos en la fe. Lucilena - nunca olvida que los sueños y las
esperanzas que tienes hoy en su Quinceañera pueden ayudarte en la aplicación de
tus dones de fe. Que Dios te bendiga siempre.
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