Hoy, celebramos el
Corazón Inmaculado de la Bendita Virgen María. Es una fiesta que
siempre celebramos en la Iglesia el día siguiente de la Solemnidad del Sagrado
Corazón de Jesús. Y eso es lógico,
porque hay una conexión de el Sagrado Corazón de Jesucristo y el Inmaculado
Corazón de su Madre. En el Evangelio de
hoy, escuchamos el Evangelio sobre María y José – ellos están buscando su
hijo. Al encontrar a Jesús, ellos
escucharon su explicación. Y el
Evangelio dice - Su madre atesoraba todas estas palabras de su hijo en su
corazón. En el Antiguo
Testamento, el corazón es el símbolo de la profundidad de nuestro alma – es el
centro de nuestros elecciones y nuestros compromisos. Por todos los seres
humanos, el corazón es el símbolo de amor y de compasión.
El Inmaculado Corazón
contestó “Si” a Dios – contestó “Si” al mensaje del Ángel en la Anunciación. Con esta respuesta de
amor, María abrió su corazón a su Hijo – al Hijo de Dios. El Papa Juan Pablo
Segundo escribió – El misterio de la Redención de la humanidad está formada en
el Corazón de María en fíat – en su respuesta a Dios. Dice la oración de la
celebración de hoy – Dios preparó el corazón de María como domicilio del
Espíritu Santo. Nosotros también, como
su pueblo, tenemos la llamada de ser templos de su gloria. Necesitamos pedir la ayuda de la Virgen
María, como sus hijos espirituales, para quedar unidos en la amistad de su Hijo
y nunca podemos estar separados por el pecado. El Inmaculado Corazón
de María siempre está con nosotros para ayudarnos.
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