Monday, November 25, 2013

12/1/2013 – el Primer Domingo del Adviento – Romanos 13:11-14; Mateo 24:37-44

       Hoy es el primer domingo de adviento.  Empezamos un año nuevo en la liturgia de nuestra Iglesia.  Hoy, la Palabra de Dios anuncia que necesitamos estar despiertos para reconocer la presencia de nuestro Señor en nuestra vida.  Para estar preparados cuando el niño Jesús llega en nuestro mundo, necesitamos estar despiertos.  No podemos quedarnos dormidos; no podemos estar indiferentes en la vida de nuestra fe. 
         ¿Qué significa – estar dormidos?  Estamos dormidos si vivimos según nuestra propia voluntad en lugar de la voluntad de Dios.  Estamos dormidos si Dios queda a los margines de nuestra vida, si el no entra nuestros corazones y queda a la superficie. 
         Pero no podemos estar despiertos solo con la realidad del nuestro mundo. Necesitamos estar despiertos a la presencia de Dios que está con nosotros.  Hay mensajes y vientos y voces muy fuertes en nuestro mundo que son contra la Palabra de Dios. 
         Debemos estar despiertos porque el Niño Jesús llegará en cuatro semanas en la fiesta de Navidad.  Debemos estar despiertos porque no sabemos cuándo vendrá el Señor otra vez, porque no sabemos cuándo llega el momento que necesitamos presentarnos ante Él. En verdad, sabemos que Jesucristo vendrá, pero no sabemos cuándo.  Entonces, hay la urgencia de estar siempre expectantes en su venida.
         Hoy, estamos juntos en la presencia de Dios en la santa Misa, en la presencia verdadera en la Eucaristía. Necesitamos estar despiertos para ver al Señor en la Misa – es una responsabilidad y un privilegio que tenemos como católicos. También, para estar despiertos, necesitamos escuchar a Jesús en su Palabra, necesitamos reconocer su presencia en los rostros y las voces de los pobres de nuestro mundo y de nuestra comunidad, necesitamos reconocer su voz en el interior de nosotros mismos, y necesitamos oír a las voces de los santos y los profetas que están con nosotros. 

         En nuestras preparaciones de adviento, necesitamos contestar esta pregunta – ¿En que situaciones estamos dormidos en nuestra vida de fe, y como podemos despertarnos? 

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