Thursday, July 19, 2012

7/22/2012 – Décimosexto Domingo del Tiempo Ordinario – Marcos 6, 30-34


         El domingo pasado, escuchamos el Evangelio del sexto capitulo de Marcos, cuando Jesús envió a los discípulos al mundo de dos en dos.  Ellos tenían autoridad sobre los espíritus inmundos y ellos curaban muchos enfermos.  Podemos imaginar que esta experiencia era muy intenso para los discípulos.  En el Evangelio de hoy, escuchamos otra lectura del sexto capítulo de San Marcos después del regreso de los discípulos.  Ellos dieron un reporte de su viaje.  Ellos estaban muy cansados.  Podemos imaginar su cansancio.  Para nosotros, queremos compartir nuestros experiencias con nuestros amigos y familiares después de nuestros viajes y vacaciones.  Jesús quería llevar los discípulos a un sitio tranquilo para descansar.  Pero no encontraron un lugar de paz y descanso.  La muchedumbre estaba esperando la llegada y sus discípulos. 
         Todos de nosotros podemos sentirnos la falta de energia en nuestra vidas una vez u otras.  Es importante para tener los momentos de retiro y refugio en nuestras vidas.  Yo, como sacerdote de la Iglesia Católica, necesito ir para los ejercicios espirituales para reanudar nuestros espíritus y nuestros cuerpos.  Por esta razón, fue a España en abril de este año.  Con esta experiencia de peregrinación, tenía un espíritu nuevo.  Podemos darnos cuenta en el Evangelio de hoy y del domingo pasado que Jesús y sus discípulos trabajaron como equipo.  Jesucristo es el líder de este grupo, es verdad, pero trabajaron juntos en su misión al mundo en su proclamación del reino de Dios.  En nuestra sociedad, en los Estados Unidos, en Europa, en México, mucha gente piensa que no necesita la Iglesia en su vida, que puede tener relaciones uno a uno con Dios directamente, que es suficiente.  Pero, eso no es el mensaje de Jesucristo, del Evangelio de hoy día. 
         Podemos decir que estamos en una encrucijada en nuestra sociedad con nuestra fe cristiana.  Me recuerdo que cuando era niño, la comunidad tenía mucho respecto para los sacerdotes y las hermanas y los ministros de las iglesias.  De los medios de comunicación y del gobierno, nosotros como la Iglesia tenemos muchos ataques.  Muchos cristianos se preguntan si vamos a tener la libertad religiosa para practicar nuestra fe según los mandamientos de Dios si vamos a seguir en este camino secular. 
         Como una comunidad de fe, como el cuerpo de Cristo en nuestro mundo, necesitamos responder que vemos en nuestro mundo.  Es importante para alimentar y fortalecer nuestra parroquia, nuestra comunidad de fe.  El presidente John F Kennedy dijo a cada persona en nuestro país: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país.”  Como eso, todos de nosotros podemos preguntarnos qué podemos hacer por nuestra Iglesia como discípulos de Cristo, no qué puede hacer nuestra Iglesia por nosotros.
         Jesucristo trabajaba en su misión con sus discípulos, y él fui con ellos a un lugar tranquilo para descansar.  Espero que todos de nosotros podamos mirar nuestros corazones para ver las maneras que Jesús nos llama para proclamar el reino de Dios y para servir nuestros hermanos.  

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