El domingo pasado, escuchamos el
Evangelio del sexto capitulo de Marcos, cuando Jesús envió a los discípulos al
mundo de dos en dos. Ellos tenían autoridad sobre los espíritus inmundos y ellos curaban muchos
enfermos. Podemos imaginar que esta
experiencia era muy intenso para los discípulos. En el Evangelio de hoy, escuchamos otra
lectura del sexto capítulo de San Marcos después del regreso de los discípulos. Ellos dieron un reporte de su viaje. Ellos estaban muy cansados. Podemos imaginar su cansancio. Para nosotros, queremos compartir nuestros
experiencias con nuestros amigos y familiares después de nuestros viajes y
vacaciones. Jesús quería llevar los
discípulos a un sitio tranquilo para descansar.
Pero no encontraron un lugar de paz y descanso. La muchedumbre estaba esperando la llegada y
sus discípulos.
Todos de
nosotros podemos sentirnos la falta de energia en nuestra vidas una vez u
otras. Es importante para tener los
momentos de retiro y refugio en nuestras vidas.
Yo, como sacerdote de la Iglesia Católica, necesito ir para los
ejercicios espirituales para reanudar nuestros espíritus y nuestros
cuerpos. Por esta razón, fue a España en
abril de este año. Con esta experiencia
de peregrinación, tenía un espíritu nuevo.
Podemos darnos cuenta en el Evangelio de hoy y del domingo pasado que
Jesús y sus discípulos trabajaron como equipo.
Jesucristo es el líder de este grupo, es verdad, pero trabajaron juntos
en su misión al mundo en su proclamación del reino de Dios. En nuestra sociedad, en los Estados Unidos,
en Europa, en México, mucha gente piensa que no necesita la Iglesia en su vida,
que puede tener relaciones uno a uno con Dios directamente, que es
suficiente. Pero, eso no es el mensaje
de Jesucristo, del Evangelio de hoy día.
Podemos
decir que estamos en una encrucijada en nuestra sociedad con nuestra fe
cristiana. Me recuerdo que cuando era
niño, la comunidad tenía mucho respecto para los sacerdotes y las hermanas y
los ministros de las iglesias. De los
medios de comunicación y del gobierno, nosotros como la Iglesia tenemos muchos
ataques. Muchos cristianos se preguntan
si vamos a tener la libertad religiosa para practicar nuestra fe según los
mandamientos de Dios si vamos a seguir en este camino secular.
Como una
comunidad de fe, como el cuerpo de Cristo en nuestro mundo, necesitamos
responder que vemos en nuestro mundo. Es
importante para alimentar y fortalecer nuestra parroquia, nuestra comunidad de
fe. El presidente John F Kennedy dijo a
cada persona en nuestro país: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti,
pregúntate que puedes hacer tú por tu país.”
Como eso, todos de nosotros podemos preguntarnos qué podemos hacer por
nuestra Iglesia como discípulos de Cristo, no qué puede hacer nuestra Iglesia
por nosotros.
Jesucristo trabajaba en su misión con
sus discípulos, y él fui con ellos a un lugar tranquilo para descansar. Espero que todos de nosotros podamos mirar
nuestros corazones para ver las maneras que Jesús nos llama para proclamar el
reino de Dios y para servir nuestros hermanos.
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