Friday, September 2, 2022

4 de septiembre de 2022 - Vigésimo tercer Domingo de Tiempo Ordinario – Filemón 9-10, 12-17, Sabiduría 9: 13-18b

     Nuestra segunda lectura este domingo es de la carta de San Pablo a Filemón. Tal vez, no sabemos mucho sobre este libro de la Biblia en el Nuevo Testamento.  Es la carta más corta de San Pablo.  No tiene capítulos, y solo tiene 355 palabra en griego en esta carta en su forma original.  San Pablo escribió esta carta como prisionero en la cárcel, probablemente en Roma.  Pero, en esta carta, Pablo no está preocupado en su bienestar, pero en el bienestar de un esclavo fugitivo quién se llama Onésimo.  Filemón es el maestro de Onésimo, y Pablo tiene miedo que Filemón va a castigarle. El camino de fe de San Pablo es muy interesante.  Él empezó como enemigo de los cristianos. Pero, después de su conversión en la fe, San Pablo trabajaba mucho para predicar el Evangelio en el mundo. Él fue a la cárcel para el bien del Evangelio. Cuando yo visitaba a la ciudad de Roma como peregrino, yo visitaba la basílica de San Pablo. Yo veía una parte de la cadena que estaba alrededor de las muñecas de San Pablo en la cárcel. En su trabajo en la Iglesia, San Pablo estaba padre espiritual para muchas seguidores de Cristo. San Pablo llamaba a Onésimo su hijo espiritual en la fe.  Según San Pablo, nuestro Dios no es algo ambiguo. Para él, Dios no vive solamente en los cielos. Para San Pablo, Jesucristo es su salvador y su Señor. Para él, solo Jesús es el Camino de salvación.   

       Pablo caminaba aquí en la tierra en la búsqueda de Dios vivo. Nosotros, como discípulos de Cristo, estamos en la búsqueda de Dios vivo también. Buscamos Dios en la realidad de la vida. Pero, para muchas personas en nuestro mundo, para buscar la verdad y para creer en Dios, son dos cosas muy diferentes. En nuestra fe, como discípulos de Cristo estamos en el camino de fe, un búsqueda que nunca termina. Dios vive en mucha maneras en nuestra vida, en nuestra Iglesia, en nuestra fe. La lectura de Sabiduría dice que es difícil para comprender las cosas en nuestras manos aquí en la tierra. Entonces ¿Cómo podemos buscar las cosas que vienen de los cielos?En nuestra fe, Jesucristo es la luz que ilumina nuestra búsqueda en la vida. Esta luz nos ayuda en nuestro camino. Esta luz nos pone en el camino recto. Tendremos muchas preguntas en este Camino, pero con nuestra Iglesia, con nuestras clases de religión, con nuestros hermanos en la fe, tenemos ayuda en nuestra búsqueda. 

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