Tuesday, September 3, 2019

8 de septiembre de 2019 - Vigésimo tercer Domingo de Tiempo Ordinario – Filemón 9-10, 12-17, Sabiduría 9: 13-18b


     Nuestra segunda lectura es de la carta de San Pablo a Filemón. Tal vez, no sabemos mucho sobre este libro de Filemón en el Nuevo Testamento en la Biblia.  Es la carta mas corta de San Pablo y uno de los libros mas corto en la Biblia.  No tiene capítulos, y solo tiene 355 palabra en griego en esta carta en su forma original.  San Pablo escribió esta carta como prisionero en la cárcel, probablemente en Roma.  Pero, en esta carta, Pablo no está preocupado en su bienestar, pero en el bienestar del esclavo fugitivo quien se llama Onésimo.  Filemón es el maestro de Onésimo, y Pablo tiene miedo que Filémon va a castigarle. El camino de Pablo es muy interesante.  Empezó como enemigo de los cristianos.  Pero, después de su conversión, trabajaba mucho para predicar el Evangelio en el mundo.  Pablo fue a la cárcel por su papel en el Camino de Jesucristo. Cuando visitaba la ciudad de Roma en 2010, visitaba la basílica de San Pablo, y veía una parte de la cadena que estaba alrededor de las muñecas de Pablo en la cárcel. En su trabajo con la Iglesia, Pablo estaba padre espiritual para muchas seguidores de Cristo.  Pablo llama a Onésimo su hijo espiritual en la fe.  Según San Pablo, nuestro Dios no es algo ambiguo. Para él, Dios no vive solamente en los cielos. Para San Pablo, Jesucristo es su salvador y su Señor.  Es una parte tangible de su vida.  Para él, Jesús es el Camino de salvación.   
     Pablo caminaba aquí en la tierra en búsqueda de Dios vivo.  Y nosotros como discípulos de Cristo también, estamos en búsqueda de Dios en la realidad de nuestra vida. Para muchas personas en nuestro mundo – para buscar la verdad y para creer en Dios – son dos cosas muy diferentes. Pero, en nuestra fe, viajamos por el camino - viajamos como peregrinos  – buscamos por Dios y esta búsqueda nunca termina.  Dios vive en mucha maneras en nuestra vida, en nuestra Iglesia, en nuestra fe. La lectura de Sabiduría que tenemos hoy en la primera lectura dice que es difícil para comprender las cosas en nuestras manos aquí en la tierra – entonces ¿Cómo podemos buscar las cosas que vienen de los cielos?  En nuestra fe, Jesucristo es la luz que ilumina nuestra búsqueda en la vida. Esta luz nos ayuda en nuestro camino, esta luz nos pone en el camino recto. Tendremos muchas preguntas en este Camino, pero con nuestra Iglesia, con nuestros hermanos en la fe, con nuestras clases de la doctrina, con nuestros hermanos en la fe, tenemos ayuda en nuestra búsqueda. Tenemos un camino juntos como una comunidad de fe en nuestro búsqueda de Dios vivo. 

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