En el Evangelio de este domingo, un joven tan abierto y entusiasta. Él quiere acercarse a Jesús. Él pregunta a Jesús: ¿Qué debe hacer para heredar la vida eterna en el reino de Dios? Pero, al concluir el Evangelio, la alegría y el entusiasmo de este joven se han ido mientras se aleja en tristeza. Lo que vemos en el mundo secular puede desafiarnos y confrontarnos en el contexto de los valores de nuestra fe. Podemos sentirnos abatidos y derrotados, mirando la realidad del mundo. O, al contrario, podemos tratar de cambiar el mundo con los valores de nuestra fe. Tenemos el ejemplo de fe en el santo que celebramos mañana, el 15 de octubre: Santa Teresa de Ávila. Teresa es doctora de la Iglesia, mística y fundadora de 17 conventos carmelitas en España. Ella vivió en el siglo XVI durante la Reforma Protestante y la Inquisición española, no es un momento fácil para los fieles católicos, pero especialmente no es un momento fácil para un reformadora y mística de la Iglesia que vivió su fe de una manera muy creativa. De hecho, Teresa fue interrogada y puesta bajo sospecha por las autoridades de España y los líderes religiosos. Sin embargo, esta fue también la época de catolicismo español - la época de San Ignacio de Loyola, San Juan de la Cruz, San Francisco Xavier, y San Juan de Ávila. Teresa era conocida por su inteligencia y su buen humor. Durante la vida de Santa Teresa, las monjas carmelitas vivieron con mucho lujo y muchas riquezas. Las raíces monásticas eran muy humildes y sencillos, pero su realidad en la época era hipócrita de estas raíces. Teresa inició un movimiento de reforma llamado Carmelitas Descalzos, que intentó regresar a las raíces de su congregación en los humildes ermitaños que se reunieron alrededor del Monte Carmelo en Tierra Santa en el siglo XII. Teresa de Ávila dijo siguiente: “Recuerda que solo tienes un alma; que solo tienes una muerte para morir; que solo tienes una vida, que es breve y que solo tú debes vivirla; y solo hay una gloria, que es eterna. Si (recuerda) esto, habrá muchas cosas de las que no te importará nada.”
Yo visité a Ávila después del peregrinación del Camino de Santiago en 2003, y nuevamente en 2015. Visitaba la casa donde Teresa creció, la iglesia donde ella asistió a misa y las murallas de la ciudad que ella pasó a través de cada día. Sentí la presencia de Santa Teresa con tanta fuerza en ese viaje; También siento su presencia conmigo tan fuertemente en mi sacerdocio. No puedo expresar con palabras el amor, la devoción y la admiración que tengo por Teresa de Ávila, por los dones que ha traído a nuestra fe católica. Teresa siguió la ley de Dios de una manera muy espiritual, creativa y viva; ella todavía nos habla en el mundo hoy con un mensaje muy fuerte.
A partir de la fiesta de Teresa de Ávila, acompañaré a algunos miembros de nuestra comunidad parroquial en un peregrinación a los países de Portugal, España y Francia. Ávila es una de las ciudades en itinerario. Nuestras oraciones estarán con todos ustedes durante nuestra peregrinación. Monsignor Miguel Flannery va a celebrar la misa en español con ustedes durante mi peregrinación. El trabajaba como sacerdote en México. Yo tengo mucha alegría que él va a celebrar la misa con ustedes esta dos semanas.
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