Tenemos mas de un mes para terminar el año de
2013 y para celebrar el año nuevo. Sin embargo, hoy celebramos el ultimo domingo del
año litúrgico – la solemnidad de Jesucristo, el Rey del Universo.
Cuando penamos en los reyes y en sus reinos,
seguramente, pensamos en ellos en su sentido terrenal. Aquí en la tierra, un rey es alguien quien tiene
un imperio inmenso, con muchas riquezas, con un gran ejercito y con mucho poder
y fuerza. Muchos norte americanos tiene mucho interés en la
historia. Me gusta aprender sobre la historia de la
Inglaterra, con el Rey Enrique el Octavo del siglo XVI, con sus seis esposas y
con muchas polémicas en su reino. Como cristianos, sabemos que Cristo como el Rey
del universo es muy diferente de los reyes terrenales, que su reino es muy
diferente también.
Es el mensaje del Evangelio de San Lucas de hoy
de la narración de la crucifixión de Cristo en la Biblia – que Cristo no está
aquí como los reyes o los presidentes o los gobernantes. El vino con otro tipo de reino – un orden muy
diferente para los seres humanos. Este reino nuevos viene para darnos vida nueva,
esperanza nueva, y un sentido de la gracia de Dios que tenemos ahora en nuestra
vida de fe. Este mensaje no es nuevo. Los Evangelios de la Buena Nueva de Cristo en
la Biblia habla mucho de las enseñanzas de Jesucristo sobre el Reino de Dios.
En el Evangelio de hoy, muchas personas se burlan
de Cristo, su reino y sus valores. Los gobernantes se burla de Jesús colocado en la
cruz. Los soldados abuchean y se mofan. Ellos dicen que Jesús necesita salvarse a si
mismo si tiene tanto poder. Sobre la cabeza de Jesucristo había una
inscripción: “Este es el rey de los judíos”.
No era un cumplido o un honor, pero un insulto sarcástico. Pero, uno de los malhechores crucificados, “el
buen ladrón,” entiende la identidad de Cristo y la realidad de su reino. El buen ladrón muestra su compasión y su
amabilidad a Cristo, pero con un reconocimiento de su proprio mala conducta, y
el poder de Cristo de salvar. El buen ladrón quiere otra oportunidad – quiere
entrar al reino de Dios.
Los judíos crucificaron a Cristo en la cruz por
su mensaje, por el orden nuevo que proclamó sobre el reino de Dios. Jesús desafió el orden que existe en los reino
terrenales, que existe en los sistemas de poder y fuerza. Lo hizo sin afirmar el poder de El mismo, pero
con una declaración del reino de Dios – un reino de paz y amor y
misericordia. Cristo no quiso buscar la venganza por su muerte
sobre la cruz. Al contrario – quiso traer la gracia de Dios, el
perdón, y la salvación al mundo. Con su reino, Cristo nos da una oportunidad
nueva, un vida nueva, una chance nueva. Aunque en las aguas de nuestro bautismo, en la
vida nueva que tenemos, todavía necesitamos viajar en el camino de la
conversión y la renovación, para buscar el perdón, la paz, y la reconciliación
en nuestras relaciones con Dios y con nuestros hermanos. ¿Dónde existe la oscuridad en nuestra vida que
necesita entrar a la luz del reino de Dios. Jesucristo es el Rey del Universo. Reina en su reino nuevo – y El nos ofrece la
entrada en este reino. ¿Damos el reino de Dios una realidad en nuestra
vida? Estamos al final del Año de Fe aquí en nuestra
parroquia. Hola aprendimos mucho sobre
nuestra fe y sobre nuestra Iglesia en este año glorioso. En nuestro camino como discípulos de Cristo,
¿como podemos ayudar el reino de Dios en nuestro viaje diaria?
No comments:
Post a Comment