Monday, August 11, 2025

15 August 2025 - homily for the solemnity of the assumption of Mary - bilingual homily - Luke 1:39-56

As we celebrate the Assumption of Mary today as we get close to the end of summer, we may be thinking about the connection between today’s celebration and our own reality as modern disciples of Christ.  Through Mary’s immaculate conception, she was born without original sin.  Although original sin affects us, through our going into the waters of baptism, dying to our old life, and being raised by Christ to new life, we are cleansed of original sin. As Mary brought Christ in the world, we are commissioned to bring Christ into the world each day through our words and our actions as his disciples. And as Mary was assumed into heaven, we place our hope in our faith that one day we will unite in eternal life with God.

Hoy, en nuestro Evangelio según San Lucas, escuchamos el Magnificat de nuestra madre María, un cántico de acción de gracias y alabanza a Dios. El Magnificat es un cántico de gran humildad y santidad, pues María no se fija en las grandes cosas que ha hecho o hará en el futuro, sino que proclama y se regocija en la grandeza del Señor, en su lugar como humilde sierva dispuesta a hacer la voluntad de Dios. Todos estamos llamados a vivir como María, con el Señor en nuestra vida, alabando los dones que recibimos de Dios y la gracia que trabaja en nosotros. En la oración de la tarde, durante la Liturgia de las Horas, los fieles se unen para alabar a Dios en el Magnificat.

Tres de nuestros días de obligación están dedicados a María: la Inmaculada Concepción en el 8 de diciembre; la solemnidad de María, Madre de Dios, el 1 de enero; y esta celebración de la Asunción de María al cielo. Como católicos, nuestra madre María es parte integral de nuestra vida de fe. Y aunque María fue asunta al cielo en cuerpo y alma, está presente con nosotros en nuestra vida diaria como discípulos de Cristo. María une nuestras oraciones. María está con nosotros no solo como madre de Jesús, sino como madre nuestra y madre de la Iglesia.

Let us all honor Mary today by praying together the Hail Mary: “Hail, Mary, full of grace, the Lord is with thee. Blessed art thou amongst women and blessed is the fruit of thy womb, Jesus. Holy Mary, Mother of God, pray for us sinners, now and at the hour of our death. Amen.”

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