Hoy, celebramos el fin del año de 2017 y el comienzo del Año Nuevo de 2018. Para iniciar el año nuevo, celebramos la solemnidad de la Santísima Virgen María, la Madre de Dios - María, como el Theotokos, la portadora de Dios por quien Jesús vino al mundo. En Lumen Gentium, la Constitución dogmática del la Iglesia del Concilio Vaticano Segundo, se declaró que Dios no empleó a María de manera
pasiva, sino que ella cooperó libremente en la obra de salvación humana a través de su fe y su obediencia. Las palabras de San Ireneo dice eso en Lumen Gentium sobre María: "Siempre obediente, María se convirtió en la causa de la salvación para ella y para toda la raza humana". María es la nueva Eva, como declaró San Ireneo : "El nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María; Lo que la virgen Eva enlazó a través de su incredulidad, la Virgen María se aflojó a través de su fe. " Al Papa Francisco, le gusta mucho esa imagen de María que ella nos ayuda a desatar los nudos que nos impiden en el camino de fe. En nuestra relación con Dios, cuando desobedecemos su voluntad, cuando no le escuchamos, cuando nos falta confianza, un tipo de nudo se crea en nosotros. Estos nudos nos quitan la paz, la serenidad, y la esperanza. Estos nudos pueden enredarnos. Sin embargo, sabemos que nada es imposible con Dios. María abrió la puerta a Dios para deshacer el nudo del pecado original, la antigua desobediencia. María, la Madre de Dios y nuestra Madre, nos lleva con paciencia y ternura a Dios para que pueda desentrañar los nudos de nuestras almas. María concibió por primera vez a Jesús en la fe y lo concibió en la carne siguiendo la voluntad de Dios en su vida.
Lo que pasó en nuestra Madre María puede colocarse dentro de nosotros en un sentido espiritual. Cuando recibimos la palabra de Dios en nuestros corazones, cuando ponemos su palabra en práctica, Dios toma carne dentro de nosotros y habita en nosotros. De esta manera, María como Madre de Dios y como el primer discípulo es nuestro mayor ejemplo de fe. Ella es nuestra Madre que nos guía y conduce a Cristo. Podemos llevar a Jesús a la vida en un sentido espiritual, de la misma manera María lo trajo a la vida.
Celebramos el Año Nuevo con María, pidiendo sus oraciones e intercesiones. El 1 de enero, celebramos también el Día Mundial de la Paz. Por este año, el Papa Francisco tiene este tema: migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz. En su documento, el Papa pide: ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes? El Papa dice que por muchos de ellos, hay una desesperación de un futuro imposible de construir en su patria. En mensaje de paz este año nuevo contiene la palabras del Papa Juan Pablo Segundo también: «Si son muchos los que comparten el “sueño” de un mundo en paz, y si se valora la aportación de los migrantes y los refugiados, la humanidad puede transformarse cada vez más en familia de todos, y nuestra tierra verdaderamente en “casa común”»
Vamos a terminar con una oración por los migrantes y los refugiados:
Padre de amor y misericordia,
proveíste a tu pueblo Israel en su éxodo de la esclavitud la tierra prometida que estableciste para ellos, y en Jesucristo provees un acogedor refugio para todos los necesitados.
Te pedimos tu protección divina para todos los migrantes que han abandonado sus casas en busca de nuevas oportunidades en otro país.
Por los refugiados que se ven obligados a partir de sus casas por las amenazas de violencia, te imploramos que les proporciones un refugio seguro.
Por los migrantes, víctimas del tráfico de esclavos, concédeles el rescate, la sanación y la fuerza para empezar de nuevo.
Para los inmigrantes, que a menudo dejan atrás a sus amigos y familia, concédeles una vida mejor y más oportunidades en otros lugares.
Te rogamos de manera especial por los niños migrantes, que son vulnerables a la explotación y al abuso en manos de otros.
Te impooramos que otorgues a todos los migrantes tu protección y los guíes hacia un lugar seguro.
Acompaña a todos los que necesitan tu poder salvador.
Amén.
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