Hoy, el quinto domingo del Tiempo Ordinario, unas pocas semanas antes de comenzar la temporada de Cuaresma, escuchamos una parte del Sermón del Monte en nuestro Evangelio, Según Jesús, en nuestro vida de discipulado, debemos ser la sal de la tierra y la luz del mundo. Como discípulos de Cristo, debemos dar sabor y luz al mundo. Conocemos estas imágenes como seguidores de Cristo. Jesús nos llama a ser una luz en la oscuridad de nuestro mundo. Cristo nos llama a cambiar el sabor de nuestro mundo y traer una perspectiva de fe a la realidad de nuestro mundo.
Hoy escuchamos el Evangelio en el contexto de la Campaña del Servicio Católico de nuestra Diócesis de Jackson. La Campaña del Servicio Católico de este año evoca la imagen de la Santísima Madre a través del tema: Mi espíritu se regocija. Estamos llamados a mirar a María para ver la cara de aquellos que fueron servidos. A través de la Campaña del Servicio Católico de este año, podemos ser una luz en el mundo. De hecho, podemos ser la sal de la tierra. Nuestras contribuciones a esta campaña fortalecen los servicios de Caridades Católicas en nuestra Diócesis en su momento de necesidad. También, sus contribuciones ayudan en la formación de líderes en nuestra Diócesis, ayudando a los niños, los jóvenes y los adultos a crecer en su fe. También, ayudan a la educación a los seminaristas y a los sacerdotes jubilados.
Cada semana, los miembros de nuestra parroquia viven su fe en maneras diferentes. En nuestra realidad, debemos vivir la llamada de ser luz brillando en medio de la oscuridad y las tinieblas del mundo. Este domingo, seremos esa luz con nuestra campaña del Servicio Católico. Cualquier contribución que pueda hacer será de gran ayuda. Ahora escucharemos el Mensaje de la campaña del Obispo José Kopacz:
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