Hoy, celebramos el
inicio del Año de Fe, que el Papa Benedicto ha proclamado para nuestra
iglesia. Este Año de Fe empieza
el 11 de octubre – es el quincuagésimo aniversario del Concilio Vaticano
Segundo. Esta fecha, el 11 de
octubre, también es el vigésimo aniversario de Catecismo de la Iglesia
Católica.
En esta celebración del
Año de Fe, escuchamos un cuento sobre la creación del mundo del Génesis. Dios creó el universo
como un fruto de su bondad y su creatividad. Podemos imaginarnos que
Dios creó el universo y su creación porque El no quería quedar solo, como Dios
no se imaginaba que el hombre no quería quedar solo. Los pájaros y los
animales no están suficientes para ser los prójimos del hombre. Entonces, Dios creó el hombre y la mujer.
En los documentos del
Concilio Vaticano Segundo, dijeron que la Iglesia necesita dialogar con nuestro
mundo y para dar pertenencia a nuestra fe con la realidad de nuestra vida. Nuestra fe católica es
muy rica con nuestras enseñanzas y tradiciones. Vamos a recibir un
folleto hoy después de la misa con sugerencias como podemos celebrar nuestro
Año de Fe. Orar diaria, Nutrir y
fortalecer nuestra fe en la Santa Eucaristía, estudiar las enseñanzas de
nuestra Iglesia, y ayudar a los pobres y los enfermos – son maneras que podemos
celebrar este Año.
Cuando el Papa
Benedicto XVI declaró este Año de Fe en nuestra iglesia, él dijo que “la fe crece
cuando se vive como una experiencia de amor recibido y cuando se comunica como
una experiencia de gracia y de alegría. Benedicto explicó que la fe “nos hace
fecundos, porque ensancha el corazón en la esperanza y permite dar un
testimonio fecundo.” Nuestra fe abre
nuestros corazones y nuestra mentes a la invitación que Cristo nos da, para
seguir su Evangelio y para ser sus discípulos.
Es un desafío para
nosotros, para los adultos y los jóvenes y los niños también, para encontrar
las maneras diversas para crecer en nuestra fe este año, para utilizar nuestra
fe para evangelizar nuestros hermanos. Necesitamos decidir
como viviremos el mensaje de Cristo y llevar esta mensaje a los demás. Ustedes conocen que voy
a las cárceles cada semana para evangelizar a los prisioneros. Ayer, tenia visitas con cuatro grupos de
prisioneros. Como discípulos de
Cristo, no tenemos la llamada de quedar en nuestra parroquia – debemos
evangelizar al mundo. Pueden imaginarse que
los prisioneros necesitan la esperanza y la vida nueva que Cristo nos da. Pero, cada persona
tiene los dones diferentes y las llamadas diferentes. Necesitamos descubrir
la llamada especifica que tenemos en nuestra vida para utilizar nuestros dones
y talentos. Hoy, un grupo de jóvenes
de nuestra parroquia visitará una viejita que no puede salir de su casa. Ella tendrá mucha felicidad en su vida este
día con esta visita. Es una manera fácil
que los jóvenes pueden vivir el Año de Fe hoy.
Escucharemos mucho
sobre el Año de Fe en las misas. Vamos a
buscar las maneras que podemos vivir este año como una comunidad y como
personas individuales. Podemos llevar este
folleto a la casa y leerlo unas veces. Es un año de mucho
estimulo para nosotros. Es un año para
crecer en nuestra fe y para evangelizar también.
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