Thursday, June 7, 2012

6/10/12 – El Cuerpo y La Sangre de Jesucristo – Marcos 14: 12-16, 22-26


       Recientemente, yo leí un libro sobre los santos.  La autora Anne Gordon dijo que hace muchos años se daba cuenta que en su vida de fe necesita claridad sobre que creemos y no creemos.  Si no, es imposible para vivir con convicción o intención o profundidad en nuestra vida de fe.  Nuestra iglesia dice que necesitamos creer en la Eucaristía, en la presencia verdadera del cuerpo y sacre de Cristo en la Eucaristía, y como la Eucaristía es la fuente y la cumbre de nuestra vida de fe, de que creemos como católicos.  Es nuestra creencia, pero necesita estar una realidad de nuestra vida diaria. 
         Los judíos celebran su Pascua cada año, y es esta cena pascual judía que Jesús y sus discípulos celebran en el Evangelio de hoy.  Pero, Jesús cambió esta cena tradicional de los judíos a otra cosa muy diferente.  Cuando estamos alrededor de la mesa del Señor en la misa, estamos compartiendo el Cuerpo y la Sangre de Cristo. 
En verdad, Jesucristo está presente en el pan y el vino que recibimos en la santa misa en la Iglesia.  Pero, el Cuerpo y la Sangre de Cristo están presentes en la realidad de nuestras vidas también.  El Cuerpo y la Sangre de Cristo están caminando en nosotros por las calles y las carreteras de nuestras ciudades y los pueblos.  Por estos caminos se desarrolla nuestra peregrinación de fe paso a paso. Donde vivimos, donde trabajamos, donde disfrutamos, en los momentos mas íntimos de nuestros corazones, el Cuerpo y la Sangre de Cristo están presentes con nosotros.
Cuando estudiaba en el seminario para ser sacerdote, el rector explicó su convicción en que necesitábamos hacer pero ser fieles a nuestro sacerdocio y para sobrevivir los momentos de crisis que podemos hacer como sacerdotes.  Primero, él dijo que necesitamos amar a la palabra de Dios, para leer y orar su palabra cada día.   Segundo, necesitamos amar a la misa y a la eucaristía, al cuerpo y la sangre de Cristo que recibimos el la eucaristía.  Tereco, necesitamos buscar las maneras para vivir verdaderamente nuestra vida de fe y nuestro sacerdocio diariamente.  Todos los creyentes tienen la llamada para vivir estos ideales – para tener amor para la palabra sagrada de Dios, para tener amor para la eucaristía, y para buscar el camino para vivir nuestra fe.
Para nosotros, es importante para mirar la manera que Dios nos llama para vivir nuestra identidad eucarística, como una comunidad y como personas únicas.  La eucaristía no es algo que recibimos en la misa, pero necesitamos afectar nuestra perspectiva.  Cuando recibimos la eucaristía santa en la misa hoy día, podemos mirar la manera que la presencia de Cristo penetrar nuestros corazones y nuestra vidas.  

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