Después de las celebraciones del nacimiento de Jesucristo, después de las fiestas de los tres reyes magos y la sagrada familia, celebramos hoy el bautismo del nuestro Señor. Con esta celebración hoy, terminamos nuestra celebración de la temporada de navidad. Los obispos de los Estados Unidos proclamen: La temporada de navidad empieza con la misa de la Noche Buena y termina con la celebración del bautismo de nuestro Señor. Durante esta temporada, celebramos el nacimiento de Cristo en el mundo y en nuestros corazones, y tenemos la llamada para reflexionarnos sobre el don de salvación que nació con él, incluyendo el misterio de nuestra fe que él nació para morir por nuestra salvación.
Tal vez, no podemos entender porque terminemos la temporada de navidad con el bautismo de Jesús, ya que los otros días festivos importantes en esta temporada tienen una relación con el nacimiento de Jesús y con su familia. Pero, la Iglesia concluye la temporada de navidad con esta celebració porque el bautismo de Jesús refuerza el mensaje de Navidad que escuchamos durante esta temporada. El bautismo de Jesús reitera que la forma elegida de Dios de estar con nosotros no es como un gobernante lejano del universo en los cielos, sino como Dios que elige la solidaridad con nosotros en toda nuestra realidad humana. El bautismo de Jesús nos muestra Dios como Emmanuel, Dios con nosotros.
Como Dios con nosotros, como Dios encarnado, Jesús nos lleva a ser lo que fuimos creados para ser. Las otras religiones en el mundo no ven a Dios tan encarnado como ser humano. Pero nuestra fe cristiana nos enseña que Dios eligió venir a nosotros en forma encarnada para revelar su inmenso amor por nosotros.
Pero, tal vez, tenemos preguntas sobre esta celebración hoy día. ?Por qué Jesús necesitaba el bautismo? Por supuesto, él no tenia ningún pecado original y él es el Hijo de Dios por su naturaleza. También, Jesús no necesitaba un proceso de purificación como nosotros. En verdad, cuando yo enseñaba una clase de confirmación para los jóvenes en la parroquia de San Ricardo en Jackson, un joven me preguntó: ?Por qué Cristo aceptó el bautismo, porque este acto implica arrepentimiento por los pecados? San Gregorio Nacianceno, doctor de la Iglesia, dice que “Jesús vino para sepultar la humanidad llena del pecado en las aguas de bautismo. El vino para santificar el Río Jordán para nosotros.” En verdad, Cristo está bautizado con nuestro bautismo y tenemos nuestro bautismo en él. En Cristo, bajamos con el en las aguas del bautismo, morimos con él en nuestra vida vieja y subimos con él en una vida nueva.
Necesitamos el bautismo para tener salvación. En el bautismo de Nuestro Señor, el Espíritu Santo bajó de los Cielos como una paloma para anunciar la identidad de Jesucristo. En el momento de nuestro bautismo, el Espíritu Santo nos transforme en hijos de Dios. Es una transformación permanente que hace una marca imborrable en nuestra alma. Entonces, en nuestra fe cristiana, solo podemos recibir el bautismo una vez, porque la transformación que recibimos el las aguas del bautismo es permanente. La invitación del bautismo que recibimos es una invitación por la parte de Cristo, es una invitación para entrar en Cristo mismo. En verdad, Juan puede bautizar a la gente con el agua e invitarles al arrepentimiento, pero Juan personalmente no puede dar el perdón. El bautismo que Juan da a la gente de Israel es externo y físico, mientras que el bautismo que Cristo puede darnos es interior y espiritual.
Nosotros, como católicos, somos privilegiados para tener el don de Dios y de nuestra fe en nuestras vidas. Muchas veces no nos damos cuenta que la presencia del Espíritu Santo nos hace seres nuevos, capaces de entender y ayudar a otras personas que no han terminado de aceptar a Dios en sus vidas. Es importante para reconocer que en nuestra celebración de hoy en el bautismo del Señor, estamos celebrando nuestro bautismo también. Y en nuestro bautismo, viene la responsabilidad.
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