Estamos en el último domingo
del año litúrgico en la Iglesia Católica, una fecha muy importante en nuestra
vida de fe. El Papa Pio XI, en
el 11 de diciembre de 1925, proclamó la solemnidad de Jesucristo, Rey del
Universo, para cerrar el tiempo ordinario de nuestro año litúrgico en la
Iglesia ante de empezar el tiempo de preparación en adviento. El Evangelio que escuchamos
hoy es interesante sobre Cristo como el rey del universo – es un conversación
entre Cristo y Poncio Pilato. Tal vez la
proclamación mas significada viene al fin del Evangelio. Jesús declara:
“Tú lo has dicho: soy rey. Yo nací y vine al mundo para decir lo que es la
verdad. Y todos los que pertenecen a la verdad, me escuchan.” Entonces, si Cristo es
nuestro rey, ¿Qué vamos a hacer para proclamar su reino en nuestra
comunidad? ¿Como buscaremos la verdad de Cristo y de su reino en nuestra
vida diaria?
Cuando escuchamos las
palabras sobre los reinos y los reyes en nuestro Evangelio, tal vez pensamos en
los reinos que los seres humanos construyen aquí en la tierra. Hay muchos reyes y
reinas en la historia del mundo – mucho reinos también. En el siglo diez y seis, el Rey Felipe
Segundo construyó un palacio en España con las riquezas de oro y plata de sus
colonias en América Latina. Los planes de este
palacio tienen su inspiración en el Templo de Salomón en Jerusalén. El concepto de los
reinos y los países en la tierra es para construir un reino aquí de riquezas,
abundancia, y prosperidad como un reflejo de la grandeza del reino eterno de
Dios y de su poder. Irónicamente, los
planes del Rey Felipe Segundo para construir este palacio tremendo arruinó su
país y ahora es un museo que los turistas visitan. No es un sitio de poder y influencia.
Queremos decir que somos miembros del Reino de
Cristo. Entonces, necesitamos caminar con Cristo cada día. En este mes de
diciembre, hay muchas celebraciones en nuestra iglesia. Vamos a empezar el año
de misericordia, declarado por el Papa Francisco. Vamos a celebrar el mes de
preparación del adviento y el nacimiento de nuestro Salvador en navidad. Tenemos la celebración de nuestra Señora de
Guadalupe y la Inmaculada Concepción. Pero, si ustedes no
contribuyen o participan en estas celebraciones y en la vida de nuestra
Iglesia, como podemos decir que Cristo es el Rey de nuestra vida. Tuvimos una oportunidad
para tener el misionero laico Christian Huerta con nosotros para nuestra misión
parroquial la semana pasada. Pero, la verdad es que muchos adultos y muchos
jóvenes no asistieron a esta misión.
Muchas personas de New Albany y Columbus y Oxford y Booneville
asistieron, pero muchos de nuestros miembros no estaban. ¿Y por qué?
Yo no entiendo. El tenía un
mensaje muy importante, pero muchos de nuestros miembros no estaban allí para
aprovechar de esta experiencia. Muy
triste. En verdad, es muy triste. Entonces, como podemos
tener Cristo como el Rey en nuestra vida? La respuesta habita en
nuestros corazones.
No comments:
Post a Comment