Estamos en el último Domingo del año litúrgico en la Iglesia Católica. Este domingo, celebramos la solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo. Es una celebración muy importante en nuestras vidas como católicos y como discípulos de Cristo. En el Evangelio de hoy, Jesús nos explica la conexión que existe entre nuestra fe, nuestro mundo, nuestra conducta, y el juicio último que tendremos cuando Jesucristo, nuestro rey, llegará otra vez a nuestro mundo. Es seguro que todos de nosotros vamos a salir este mundo terrestre. Tenemos la esperanzo de nuestra fe que podemos entrar la vida eterna con Cristo.
Es verdad, para ser discípulo de Jesucristo, no es una teoría o algo que solo podemos aprender en la Biblia o en las doctrinas de la Iglesia. Al contrario, seguir Jesucristo es algo muy práctico en la vida de fe, en la vida diaria en el camino de fe. Es algo que necesitamos practicar y vivir en cada momento de cada día. En el juicio último, Jesús nos habla sobre los grandes sacrificios y las grandes renuncias que necesitamos hacer en la vida. Jesús habla sobre las obras pequeñas que podemos hacer – las obras de caridad y de amabilidad que podemos hacer día tras día, en los momentos ordinarios que tenemos cada día. No importa para Jesús si tenemos mucho poder o mucho dinero o mucha educación o mucha influencia en el mundo. En nuestra vida aquí en la tierra, necesitamos dar comida al hambriento, algo de beber al sediento, la ropa a la persona que no la tiene. Necesitamos visitar al enfermo en el hospital y al prisionero en la cárcel. Estas acciones de caridad son muy importante según Jesucristo, pero, en muchos sentidos, no son muy importantes en los valores de nuestro mundo secular.
Pero, estas buenas obras son mas de buenas obras – tienen su profundidad en la fundación de nuestra fe, en nuestra relación con Jesucristo, en los valores del Evangelio de nuestro Señor. Hay seguidores de Cristo que están preocupados en lo que ellos llevarán en sus manos en su encuentro de nuestro Señor al juicio último. Pero, no es importante lo que llevamos – es importante como nosotros vivimos como servidores en nuestro mundo, servidores a los pobres y los mas necesitados del mundo. Es nuestra misión. Es nuestra responsabilidad. Necesitamos hacerlo si Jesucristo es nuestro rey, si Jesucristo es nuestro Buen Pastor.
El jueves de este semana, celebramos el día de acción de gracias aquí en los Estados Unidos. En los desafíos de la pandemia, es importante para dar gracias y para reconocer las bendiciones que tenemos en nuestra vida diaria, y la gracia de Dios que tenemos para sobrevivir los desafíos de la vida también. Si, tenemos sufrimientos y desafíos en las luchas de la pandemia. Pero, es importante para dar gracias en el gozo que tenemos en la fe. Demos gracias hoy en la celebración de Cristo rey.
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