Thursday, December 19, 2019

22 de diciembre de 2019 – cuarto domingo de adviento – Mateo 1:18-24 - Ciclo A


      Hoy, el cuarto domingo de adviento, escuchamos un cuento sobre los días ante del nacimiento de Jesús en el Evangelio de San Mateo.  Pero este Evangelio no es según la perspectiva de María, la madre de nuestro Señor – es según la perspectiva de su esposo, José. 
       Antes del nacimiento de Jesús, María estaba “prometida" con José - significa que ellos están comprometidos para casarse, sin que hubieran llegado todavía a convivir juntos como esposos. María estaba embarazada, pero José no era el papa del bebé, porque ellos no tenían relaciones.  José tenía misericordia y paciencia con esta situación muy complicada.  Él escuchaba de los consejos del ángel que comunicaba con el en su sueño.  José tenía sus sueños y sus deseos y sus planes por su familia con María, pero también había el plan de Dios, la voluntad de Dios, y su plan de salvación.  
       El Ángel explicó a José en el sueño que el hijo de María se llamará Emmanuel, un nombre en hebreo que significa: “Dios con nosotros.”  Sabemos que significa “Emmanuel” para el pueblo de Israel.  Pero, cada persona, cada uno de nosotros, necesita reconocer que significa Emmanuel en nuestra vida – el significado que Dios es en verdad con nosotros. 
        Necesitamos reconocer que Dios está participando en nuestras vidas y en nuestra realidad.  Necesitamos reconocer que Dios viaja siempre con nosotros en nuestro camino, en el ritmo de nuestra vida.  El Señor queda con nosotros en las montañas y los valles de nuestra viaje.  Muchas personas en nuestro mundo no piensan que Dios está cercano; ellos piensan que Dios está lejano, que el no entra en nuestra vida.  Para ellos, Dios no es amor, no es misericordia – el es un castigador, un juez, y un rey. 
        Pero la realidad de Emmanuel, de Dios con nosotros, es un Dios que puede abrir nuestros corazones, que puede cambiar nuestras vidas. Es un Dios quién vivía con nosotros, que vivía con nosotros como ser humano.  El es Dios que todavía está con nosotros, caminando con nosotros en el mundo.  En verdad, Jesús está aquí – el es la culminación de las promesas de Dios para la humanidad entera.  En este ultimo domingo del adviento, estamos llamados para decir con sinceridad que Jesucristo es una realidad en nuestra vida.  Vamos a terminar la temporada de adviento con nuestra celebración de navidad en la Noche Buena este martes.  Demos gracias a Dios por estas semanas de adviento, de preparación y espera.  

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