Estamos en el último Domingo del año litúrgico en
nuestra Iglesia Católica. Hoy – celebramos la solemnidad de Nuestro Señor
Jesucristo, Rey del Universo. Es una celebración muy importante en nuestras
vidas como católicos. En el Evangelio de hoy, Jesús nos explica la
conexión que existe entre nuestra fe, nuestro mundo, nuestra conducta, y el
juicio último que tendremos con Jesús, nuestro rey, llegará otra vez a nuestro
mundo. Es seguro que todos de nosotros vamos a salir
este mundo terrestre cuando entramos nuestra vida eterna con Cristo. En siete días, yo celebré cuatro funerales como
sacerdote – esta realidad yo entiendo muy bien.
Es verdad, para ser discípulo de Jesucristo, no
es una teoría o algo que solo podemos aprender en la Biblia o en las doctrinas
de la Iglesia. Al contrario, seguir Jesucristo es algo muy
práctico en nuestra vida de fe, en nuestra vida diaria. Es algo
que necesitamos practicar y vivir en cada momento de cada día. En el
juicio último, Jesús nos habla sobre los grandes sacrificios y las grandes
renuncias que necesitamos hacer en nuestra vida. Jesús habla sobre las obras pequeñas que podemos
hacer – las obras de caridad y de amabilidad que podemos hacer día tras día, en
los momentos ordinarios que tenemos cada día. No importa para Jesús si tenemos mucho poder o
mucho dinero o mucha influencia en el mundo. En nuestra vida aquí en la tierra, necesitamos
dar comida al hambriento, algo de beber al sediento, la ropa a la persona que
no la tiene. Necesitamos
visitar al enfermo en el hospital y al prisionero en la cárcel. Estas
acciones de caridad son muy importante según Jesús, pero, en muchos sentidos,
no son muy importantes en los valores de nuestro mundo secular.
Pero, estas buenas obras son mas de buenas obras
– tienen su profundidad en la fundación de nuestra fe, en nuestra relación con
Jesucristo, en los valores del Evangelio de nuestro Señor. Hay
seguidores de Cristo que están preocupados en lo que ellos llevarán en sus
manos en su encuentro de nuestro Señor al juicio último. Pero, no es importante lo que llevamos – es
importante como nosotros vivimos como servidores en nuestro mundo, servidores a
los pobres y los mas necesitados del mundo. Es nuestra misión. Es nuestra responsabilidad. Necesitamos hacerlo si Jesucristo es nuestro
rey, si Jesucristo es nuestro Buen Pastor.
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